Los investigadores hallaron niveles significativamente más altos de microplásticos y nanoplásticos en la placenta de partos prematuros, superando los valores previamente detectados en la sangre. Esto sugiere que estos contaminantes podrían acumularse durante el embarazo, con mayor concentración en casos de nacimientos anticipados.
El estudio indica que los partos prematuros no solo presentan una mayor cantidad de plásticos en la placenta, sino que esta acumulación ocurre en etapas más tempranas del embarazo. Según la investigadora Aagaard:
“Esto sugiere la posibilidad de que los plásticos acumulados puedan estar contribuyendo al riesgo y a la aparición de partos prematuros”, dice Aagaard.
Estos hallazgos refuerzan la creciente evidencia sobre los efectos adversos de la exposición a plásticos en la salud humana, vinculándolos con enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La investigación, realizada con la colaboración de la Universidad de Nuevo México, fue publicada en Pregnancy, la revista de la Sociedad de Medicina Maternofetal, y presentada en su reunión anual.









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