Director de orquesta de Rubby Pérez rompe el silencio tras tragedia en Jet Set: “Aún no lo asimilo”
Manuel de Jesús Tatis, percusionista y director de la orquesta del fallecido merenguero Rubby Pérez, habló por primera vez tras el trágico colapso del techo en la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril en Santo Domingo. El músico confesó que aún no ha podido asimilar lo sucedido y reveló que está recibiendo apoyo psicológico para sobrellevar la pérdida.
“Me pregunto si estoy vivo o muerto”: el testimonio de Tatis sobre la noche de la tragedia
En entrevista exclusiva con el Listín Diario, Tatis relató conmovido los instantes previos al derrumbe. Según narra, la orquesta llegó a la discoteca alrededor de las 9:50 p. m., y de inmediato notaron que había más público de lo habitual. Mientras tocaba la tambora, el músico notó un extraño movimiento en la multitud, seguido de un estruendo que lo hizo pensar que se trataba de un terremoto.
“Vi a la gente moverse en cámara lenta, escuché un ruido fuerte… pensé que venía algo. Después todo se volvió oscuridad, polvo y cemento”, recordó entre lágrimas.
El director de orquesta sufrió heridas en la cabeza y en la mano. “Me puse las manos sobre la cabeza, me preguntaba si estaba muerto o vivo. Todo estaba confuso, pero lo primero que hicimos los sobrevivientes fue ayudar a rescatar a los demás atrapados entre los escombros”, agregó.
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Una amistad de casi 40 años con Rubby Pérez
Tatis recordó cómo conoció a Rubby Pérez en 1986, cuando grababan un tema en el estudio Jonas Rubi Candamari. Desde entonces nació una conexión inmediata entre ambos, que él describe como una “amistad a primera vista”.
“Fue una química espontánea, como si ya nos conociéramos de toda la vida. Más que amigos, éramos hermanos”.
El legado de Rubby Pérez y el duelo de Tatis
A un mes del trágico accidente, Tatis afirma que todavía está en estado de negación. Reconoce que llora con frecuencia y que se pierde en sus pensamientos al recordar a su amigo y compañero de orquesta.
“A veces me preguntan qué me pasa, y no puedo evitar llorar. Cuando uno necesita llorar, simplemente llora”, confesó.
Para el músico, el legado de Rubby Pérez es uno de los más importantes en la historia del merengue dominicano. Asegura que su música y su espíritu seguirán vivos en cada nota que interpreten los músicos que lo acompañaron durante décadas.
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