- El Miedo a la Deportación: ¿Por Qué los Niños Migrantes en Nueva York Dejan de Asistir a la Escuela?
Temor a la Deportación Aleja a Niños Migrantes de las Escuelas en Nueva York
El miedo a las deportaciones masivas, alimentado por las políticas anunciadas por la administración de Donald Trump, ha generado un impacto significativo en las comunidades migrantes de Nueva York. Familias enteras, temerosas de ser separadas, optan por mantener a sus hijos fuera de las escuelas.
Escuelas Vacías en Refugios para Migrantes
En el Hotel Stewart, un refugio en Manhattan que alberga a familias migrantes, los pasillos que normalmente están llenos de actividad en las mañanas se encontraban desolados el jueves. Algo similar ocurrió en el cercano Hotel Roosevelt, donde la fila habitual de familias regresando con sus hijos de la escuela era visiblemente más corta.
“Casi nadie envía a sus hijos a la escuela por miedo a que se los lleven”, explicó Amanda, una madre venezolana que vive en el Hotel Stewart. Amanda, quien prefirió no revelar su apellido por temor a afectar su caso migratorio, señaló que cerca de 100 niños del albergue no asistieron a clases durante toda la semana.
En Bushwick, Brooklyn, un padre confesó que su familia era una de las pocas en el refugio que aún enviaba a sus hijos a la escuela.
Esfuerzos por Calmar el Temor
El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York trabaja para tranquilizar a los padres migrantes, asegurando que las escuelas son espacios seguros. Las políticas actuales prohíben a los agentes federales de inmigración ingresar a los centros educativos, salvo en circunstancias excepcionales.
Sin embargo, la creciente incertidumbre y las acciones federales han intensificado el miedo entre las familias migrantes, dificultando los esfuerzos de los profesores y directores escolares para garantizar la asistencia regular de los estudiantes.
Impacto a Largo Plazo
La ausencia prolongada de los niños migrantes en las escuelas podría tener consecuencias negativas para su educación y desarrollo. Además, pone de manifiesto la necesidad de estrategias claras para proteger a las comunidades vulnerables y garantizar el acceso a la educación, sin importar su estatus migratorio.
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